sábado, 26 de maio de 2012

04b – Buenos hábitos de ventilación


Una habitación aislada y bien ventilada necesita para que funcione bien, la participación de sus habitantes.
 
Las paredes construidas con materiales a base de argila, como el barro o tejas de barro de tierra batida, absorben y liberan calor mucho más lentamente que las paredes hechas de cañizo o chapa de cinc. A esta propiedad se le denomina capacidad términca e inércia térmica.
 
Podemos y debemos aprovechar esta capacidad para controlar el calor o el fresco en una habitación. 

Para que esto suceda los ocupantes de la habitación han de adoptar ciertas prácticas que pueden contrubuir a su confort.
 
En tiempo cálido
 
Durante cuanto tiempo queremos que una habitación esté más fresca. Más fresca estará por la noche despues de la caida del sol o antes de comenzar a amanecer. Desde ninguna altura hemos de abrir las entradas de aire junto al suelo y las salidas de aire cerca del tejado para dejar que entre el aire más fresco, o por lo menos, dejar que el aire circule ayudado por el efecto de la máquina.

Durante la noche  la circulación del aire ayuda a enfriar las paredes de la habitación y liberar cualquier humedad que se haya acumulado. Este efecto de enfriamiento es debido a la liberación del calor acumulado en las paredes durante todo el día. Y así circulando aire dentro de la habitación se liberará calor y la humedad acumulada.

Durante el día queremos mantener las paredes con la frescura  acumulada durante la noche. Para esto cerramos las entradas de aire para que no entre de fuera.

Durante el día las paredes pueden tomar el sol directamente y se calientan mucho. Esto ayuda a mantener la habitación confortable. Por eso es importante que las paredes esten a la sombra. Cerca de lagos o a la sombra será una de las mejores soluciones.
 
Con tiempo frio
  
Durante el tiempo frio queremos hacer todo lo opuesto. Que el calor del día antre y que durante la noche el fresco no entre.
 
Cuando hace frío queremos que el aire caliente entre en la habitación y haga circular el aire para calentar las paredes y liberarlas de humidad. Abrimos las entradas y salidas de aire durante el día mientras en el exterior haga calor. Cerramos las ventanas de noche para mantener el máximo de tiempo posible el calor que se ha ido acumulando durante el día en las paredes.
 
Uma habitación aislada y ventilada mantiene el calor cuando es más necesario. Es verdad que estamos sujetos al clima exterior, pero podemos sacar gran partido de lo que la naturaleza nos da.
 
Estos buenos hábitos tan simples que pueden mejorar mucho el confort de una habitación con el aislamiento que nos permita controlar la ventilación.
 

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